Especialistas en salud pública y médicos particulares han coincidido que tras más de 3 años de uso prolongado del cubrebocas, comienzan a ser un poco más frecuentes las afectaciones a las vías respiratorias por dicha medida de protección; pues al menos 1 de cada 30 consultas es por esta causa.
Y es que el uso prolongado del cubrebocas sí genera efectos negativos en la salud, aunque esto va a depender del material del que estén hechos y la calidad de los mismos; por ejemplo los "reforzados" disminuyen más el nivel de oxigenación en la sangre (saturación), que los que son de una o de dos capas de tela.
Mientras que de la calidad de la tela, va a depender que suelten más o menos pelusa, y esto provoca afectaciones a las vías respiratorias, al respirar constantemente dichos residuos, algo similar a lo que le sucede a las personas que trabajan en maquiladoras o con telas todo el tiempo. Destacaron que aún se está en periodo invernal y en plena disminución de la sexta ola por Covid-19, por lo que las atenciones por cuestiones respiratorias, suelen atribuirse a estas causas, o a secuelas de la propia enfermedad.
Y a menos que se realicen estudios invasivos de las vías respiratorias, se pueden determinar las causas reales, pero una de las principales señales de alarma es la sofocación al momento de portar el cubrebocas, aunque no se esté realizando ninguna actividad física, la sensación de resequedad u obstrucción en la garganta, problemas pulmonares, bronquitis y asma en los casos más extremos; además de los dermatológicos.