El feminicidio de María Isabel de 10 años, la desaparición del menor de 3 años de edad Alexis Sánchez Cabanzo, atentados contra activistas de Coyomeapan y el reciente hallazgo del cuerpo sin vida de Francisco N vecino de Acatepec que fue hallado desnudo, con fractura de cráneo y laceraciones en varias partes del cuerpo ha encendido la alarma de una creciente ola de violencia en municipios de la Sierra Negra, situación que activistas consideran ha tenido pie a raíz de la escasa impartición de justicia para estas comunidades.
De acuerdo a datos de la Fiscalía General del Estado para el último trimestre del 2021, 6 municipios pertenecientes a la Sierra Negra registraron en promedio de 7 a 9 delitos, carpetas de investigación que incluyen casos por lesiones dolosas, desaparición de personas, amenazas, homicidio, robos y amenazas, entre algunos otros del fuero común. Estos hechos son considerados un tema alarmante para defensores de derechos humanos, dado a que esto es muestra de que con el paso de los años se ha vuelto una cultura el solo observar y dejar pasar los hechos violentos y delitos de alto impacto que se comenten en dichas comunidades por considerar que la obtención de justicia está fuera de su alcance.
En este tenor el dirigente de Movimiento de Autogestión Social Indígena y Popular, (Masip), expresó que actualmente muchos de los delitos cometidos en comunidades indígenas no denuncian por la lentitud de los procesos, que en casos las carpetas llegan a durar años abiertas sin obtener algún tipo de avance para dar con los responsables; otro motivo es el temor a represalias, pues al ser comunidades pequeñas los delincuentes que muchas ocasiones continúan libres, pueden identificar fácilmente a los denunciantes y tomar acciones de venganza.