El Valle Tehuacán-Cuicatlán reafirmó su título de "Cuna de la civilización en Mesoamérica" al revelar que fue en esta zona del continente donde se han encontrado las manifestaciones más antiguas de el uso comunitario de agua a gran escala, algo que pudo provocar la domesticación de cultivos con mayor facilidad, afirmó la directora del proyecto de conservación arqueológica en Monte Albán y Atzompa, Nelly Robles.
Su intervención se dio en el conversatorio virtual que celebró los dos años de la inscripción a la Unesco de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán como Patrimonio Mundial Mixto, y en el que participaron investigadores y encargados de otros proyectos de conservación.
El historiador Francisco Vidargas indicó que el valle de Tehuacán ha podido ser cuna de la cultura y de la irrigación mesoamericana al ser el sitio prehispánico más representativo en cuanto al manejo de recursos hídricos, algo que ha representado un paradigma conceptual entre la cultura y biodivesidad.
La Presa Purrón y el sistema de canales derivados son una muestra del uso colectivo que se le dio al agua durante tiempos pasados y buscan conservarse entre los usos y costumbre de los pueblos originarios de la región.
Tanto en la zona valle de Tehuacán como Cuicatlán y hasta parte de la región Mixteca, se han encontrado vestigios arqueológicos que revelan cómo el líquido fue quizá el factor más importante en el desarrollo de las comunidades.
Por aparte de las manifestaciones antiguas sobre la domesticación de maíz y aguacate, el agua ha llevado a mantener investigaciones centrales en la región de Tehuacán, para lo que se han integrado 12 sectores que apoyan en la vigilancia del medio silvestre y la protección de sitios de arqueológicos.