La noche del miércoles, al menos seis incendios forestales devastaron el condado de Los Ángeles, dejando un saldo de cinco muertos, decenas de heridos y más de 1,000 estructuras destruidas.
Los siniestros, alimentados por los intensos vientos de Santa Ana, alcanzaron velocidades de hasta 160 kilómetros por hora, dificultando las labores de los más de 10,000 bomberos desplegados en la zona.
Entre los incendios más graves se encuentran los denominados Palisades y Eaton, que han arrasado cerca de 11,000 hectáreas. El fuego en Hollywood Hills, conocido como Sunset, se desató a las 6 de la tarde y en solo dos horas había quemado ocho hectáreas de vegetación; hasta el momento ha consumido 20 hectáreas y amenaza lugares icónicos como el Paseo de la Fama y el Palacio Chino.
Las autoridades emitieron órdenes de evacuación obligatoria para las áreas más afectadas, incluida la zona de Mulholland Drive y Hollywood Boulevard. Residentes y turistas comenzaron a desalojar, mientras imágenes aéreas mostraban estructuras alcanzadas por las llamas. En Altadena, el incendio Eaton consumió viviendas y comercios, llegando a las principales vías de la ciudad y amenazando con cortar la Autopista 210.
El gobernador de California, Gavin Newsom, informó que más de 7,500 bomberos y personal de emergencia han sido desplegados en todo el estado para contener los siniestros y proteger a las comunidades afectadas. Por su parte, el presidente Joe Biden declaró estado de desastre en Los Ángeles, prometiendo asistencia federal para la recuperación de las áreas devastadas.
El impacto de los incendios no solo se refleja en las pérdidas humanas y materiales, sino también en la calidad del aire, que alcanzó niveles críticos en el condado. En respuesta, las escuelas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles permanecerán cerradas el jueves y viernes, mientras que la Universidad de California (UCLA) suspendió la primera semana de clases.
Las comunidades más afectadas, como Palisades, enfrentan un panorama desolador con cientos de estructuras destruidas, incluidas viviendas de celebridades y edificios históricos. "Nunca habíamos visto algo así", dijeron residentes de Altadena a medios locales.
Para combatir los incendios, se han movilizado aviones cisterna conocidos como supertanker, mientras cuerpos de bomberos de otros condados se suman a las labores en las zonas críticas. Sin embargo, las autoridades reconocen que la situación sigue siendo extrema y que los esfuerzos podrían extenderse durante varios días.
Mientras tanto, el Gobierno de Estados Unidos y las autoridades de California trabajan de manera coordinada para contener las llamas y planificar la reconstrucción de las comunidades afectadas. "Será un camino largo, pero estamos preparados para lo que venga", aseguró el presidente Biden.