“Ineficaces: botones de pánico, puntos naranja; mujeres inseguras en transporte”

El transporte público se trata de un servicio que pone en riesgo la vida de las mujeres, sentenció la activista y especialista en derecho penal, Sandra Paola de la Garza, además que consideró se trata de un rubro en el que plácidamente el Gobierno estatal está ausente, puesto que con las denuncias sobre agresiones o intentos de agresión hacia mujeres tanto por choferes como usuarios es evidente que los botones de pánico, cámaras de vigilancia y puntos naranja "son letra muerta".

Y es que si bien, su planteamiento es interesante y pueden profesionalizarse, necesitan de un soporte integral y de seguimiento que hasta el momento no han recibido; ahora, considerar que el transporte público es un servicio que el estado le otorga a la sociedad, pero que está concesionado, es decir, no es el directo administrador sino que es otorgado a organizaciones o grupos de ciudadanos para que lo lleven a cabo, y no existe un control de calidad respecto a la seguridad de las y los usuarios, dijo.

"Una mujer que sube al transporte público, se queda sola en la combi, lamentablemente sabe que su vida puede estar en riesgo, porque puede ser muy fácil que después de abordar el transporte ya no llegue a su casa". Ante ello, urge una revisión por parte del estado sobre cómo se está brindando el servicio, más allá de las cuestiones mecánicas, físicas o ambientales que implican los vehículos.

Añadió que concesionarios, permisionarios y/o choferes deben estar capacitados no solo en materia vial, sino también en perspectiva de género y en derechos humanos, ya que casos como el de Daniela M. en Tehuacán son de verdadera alarma, al ser constantes las agresiones sexuales, físicas o verbales que mujeres han recibido en unidades del transporte público; además de los asaltos en su interior, por lo que se desconoce si existe colisión de los mismos choferes con grupos delictivos.

"Está bien padre lo del punto naranja, y el 8 de marzo todos somos súper protectores de la mujer, pero desgraciadamente se trata de una campaña de marketing político, lo peor, no existe un seguimiento integral y de personas capacitadas para ello", comentó.

Frente a todo ello, consideró una alternativa para las demarcaciones que como Tehuacán llevan años con la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra la Mujer (AVGM) sin ningún avance; la creación de una línea de transporte público, exclusiva para mujeres, pero dicha medida requiere diversos procesos administrativos y afecta a ciertos intereses, "aunque para eso está la administración pública, porque pareciera el pan de cada día en este país: encontrar a una mujer muerta, pero antes de llegar a eso hay señales de alerta que muchas veces familia, sociedad y gobierno dejan pasar", finalizó.