El mes pasado, Rafael Varela Puerto, comerciante en el mercado de La Purísima, pidió permiso a las autoridades municipales un permiso para ausentarse y no vender del 25 de mayo al 16 de junio, debido a que falleció un hijo en Estados Unidos y necesitaba tiempo para arreglar la documentación para extraditar el cuerpo y darle sepultura.
Una vez vencido este plazo, los comerciantes provenientes de la Sierra Negra acudieron el día de hoy a realizar sus ventas al mercado como cada fin de semana pero no pudieron colocarse porque en su lugar porque ya estaba ocupado por otro vendedor, al reclamar su espacio, les notificaron que habían pagado para colocarse, además de que fueron amenazados de muerte.