Con la aparición de lluvias atípicas, especialistas en edificaciones, planeación urbana y ex titulares de Protección Civil destacaron que tras 1 año 5 meses de la actual administración ya debe existir un proyecto integral para las zonas con riesgo por inundaciones, que son más de 12; y de ser así, las autoridades locales ya deberían estar implementando a fin de prevenirse para la temporada oficial.
Argumentaron que la aparición de precipitaciones inesperadas debe contemplarse en un programa de prevención para la temporada de lluvias, el cual debe considerar la información contenida en el Atlas de Riesgo, mismo que fue actualizado en 2021, y que de encontrar observaciones en este, ya tuvieron el tiempo suficiente para solventarlas.
El instrumento para el conocimiento del territorio, los riesgos y vulnerabilidades del espacio físico y social de 2021, apunta que el riesgo por inundación pluvial (anegaciones) por lluvias es más recurrente en colonias como: Santiago Tula, Francisco Sarabia, Emiliano Zapata, La Joya, Tepeyac, La Purísima, las junta auxiliares de San Pedro Acoquiaco, San Lorenzo Teotipilco y San Nicolás Tetitzintla, la colonia del Valle, la inspectoría de San Vicente Ferrer, entre otras.
Se indicó que entre los factores que condicionan a las inundaciones se encuentra la distribución espacial de la lluvia, la topografía, las características físicas de arroyos, sus formas y longitudes de los cauces, el tipo de suelo, la pendiente del terreno, la cobertura general, el uso de suelo, la ubicación de presas, entre otros. Así la zona poniente y oriente de la ciudad se encuentran inmersas en corrientes de aguas intermitentes por la geomorfología de montañas y elevaciones. Mientras que la zona central es un relieve mesetiforme de estructura tubular que además de concentrar los asentamientos humanos es atravesado por el Canal Valsequillo, donde se desahogan los drenajes y desechos industriales.
Por todo ello, coincidieron que es necesario que las autoridades municipales retomen el proyecto del colector pluvial, así como garantizar el funcionamiento de "las bocas de tormenta", de lo contrario para la temporada de lluvia el problema tiende a crecer más.