Como cada año en Semana Santa, la Virgen del Rosario de Talpa espera a miles de peregrinos procedentes de diferentes municipios de Jalisco o de otros estados que llegan en vehículo o caminando.
Un caso es el de Gustavo Vidal, quien salió a las 9 de la mañana del poblado de San Juan de Ocotán en Zapopan. Espera llegar entre viernes y sábado al Santuario de la Virgen de Talpa, para darle gracias por los milagros recibidos, como lo ocurrido hace 10 años cuando su hijo, entonces 5 años de edad, fue hospitalizado por una neumonía. "Yo también, en una capillita que tienen ahí en el hospital, fui y empecé a orar, empecé a pedir, pues, y de la desesperación, pues, me acordé de la Virgen y pido a la Virgencita, a ver si ocurre el milagro, ¿verdad?, y pues, dicho y hecho le pedí, y el milagro sucedió, mi hijo se me fue curando, y curando, y curando, y hasta que se mejoró, ya, y hasta, de hecho, la neumonía llegó como a desaparecer, desapareció".
Sin importar los intensos rayos del sol o las bajas temperaturas de la noche en plena sierra, los peregrinos caminan con mucha fe para agradecer los favores recibidos por la Virgen del Rosario, como es el caso de Joshua Rodríguez, 20 años de edad, a quien desde pequeño tus papás le inculcaron esta tradición. "Una fue un primo que tuvo un accidente en una moto y estuvo a punto de... ya estaba crítico pues, crítico, crítico. Y la Virgencita me lo salvó".
La Ruta del Peregrino es un camino con más de 200 años de tradición, el cual inicia en el municipio de Ameca, pasa por municipios como Guachinango, Mixtlán, Atenguillo, Mascota y termina en el pueblo de Talpa de Allende, específicamente en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario. Su longitud es de 117 kilómetros y es recorrida por alrededor de 3 millones de personas al año, en el mes de marzo y particularmente en Semana Santa.