Este viernes, el peso mexicano inició la jornada con una apreciación del 0.24% frente al dólar, cotizando alrededor de 20.5695 pesos por dólar, según datos del Banco de México (Banxico).
Este fortalecimiento de la moneda nacional se da en un contexto de debilitamiento del dólar estadounidense y a la espera del reporte del sector manufacturero de Estados Unidos.
Durante la mañana, el tipo de cambio osciló entre un mínimo de 20.5221 y un máximo de 20.6542 pesos por dólar. Este comportamiento refleja un mercado cambiario que se mantiene cauteloso en las primeras sesiones del año, según explicó Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.
"El tipo de cambio muestra pocos cambios debido a que el mercado sigue en espera de noticias o información económica relevante", señaló Siller. Asimismo, destacó que el mercado aún no ha recuperado por completo la liquidez tras el cierre de 2024, lo que podría generar episodios de alta volatilidad en las próximas sesiones.
El debilitamiento del dólar responde en parte a las expectativas sobre el desempeño del sector manufacturero en Estados Unidos. Los inversionistas están atentos al reporte que podría dar señales sobre la salud económica del país vecino y, por ende, sobre el futuro de las políticas monetarias de la Reserva Federal.
A pesar de la apreciación del peso, los analistas advierten que el comportamiento del tipo de cambio podría ser impredecible en el corto plazo, ya que la baja liquidez en los mercados globales es un factor que aumenta la susceptibilidad a movimientos bruscos.
Esta ligera mejora en el peso mexicano sigue siendo significativa, ya que el tipo de cambio es un indicador clave para el desempeño de la economía nacional. Además, refleja la capacidad de la moneda mexicana de mantenerse competitiva frente a eventos globales.
Se espera que en las próximas jornadas la publicación de datos económicos tanto de México como de Estados Unidos brinde más claridad sobre las tendencias del tipo de cambio. Mientras tanto, el mercado cambiario continúa monitoreando de cerca las señales económicas internacionales.
Este inicio de año pone en evidencia la complejidad de los mercados financieros y la influencia de factores globales en el desempeño de la moneda mexicana, marcando un arranque con movimientos controlados, pero no exentos de riesgos.