*Foto ilustrativa, basura sobre calle de Tehuacán
Para especialistas en salud pública y asociaciones civiles, el problema de la mala disposición y manejo final de la basura de Tehuacán, tiene diversas implicaciones de riesgo; tal es el caso del alojamiento en banquetas, calles, jardineras, de los residuos Covid-19 e incluso clínicos.
Y es que a raíz de que Tehuacán se quedó sin un sitio para el manejo y disposición final de la basura, el problema sanitario ahora también es de carácter socio cultural, ya que la misma población se adaptó a las malas prácticas de desecho de los residuos sólidos urbanos. Por poco más de 1 años y 3 meses.
Esto implica que cubrebocas, jeringas, gasas, medicamentos, sondas urinarias, entre otros desechos "clínicos" lleguen a ser depositados en bolsas o costales de basura, en esquinas sobre las banquetas, en jardines y jardineras de un parque públicos o simplemente en montículos "sobre las propias vialidades". A expensas de que la fauna feral como perros o roedores rompan su embalaje y se encarguen de su dispersión.
Ahora que el riesgo aumenta cuando dichos materiales están expuestos en zonas de asentamientos humanos, o bien, en sitios de esparcimiento donde los menores o jueves acuden; por todo ello, consideraron que las autoridades deben dejar de ser parte de la normalización del problema y que prioricen el control así como la disposición final de este tipo de residuos.