La renuencia de poseedores de fosas en el panteón de San Diego Chalma ha provocado que los proyectos en el lugar se muevan con lentitud, sobre todo porque el cementerio es una zona donde constantemente ocurren robos.
La comisión encargada de la atención en San Diego Chalma, indicó que el panteón no ha podido ser cercado en su perímetro, pues el robo (incluso entre pobladores) afecta en demasía las estrategias de mejoramiento.
El área no cuenta con un padrón establecido de fosas, ni con trazos de pasillos, más bien se trata de una zona irregular que como único proyecto en puerta es la construcción de una capilla, por lo que se necesita una participación responsable de los pobladores.