Luego que fuera confirmada una primera inspección al rastro municipal de Tehuacán por personal de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (DPRIS), la dependencia indicó que prevalece un procedimiento abierto, además que el sitio se encuentra bajo vigilancia epidemiológica, por lo que esperan que en unos días se emita la resolución final, aunque esta solo podría resumirse en una "amonestación".
Luis Eduardo Camarillo López, encargado de Despacho de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (DPRIS) en Puebla, destacó que la última visita que realizaron al rastro municipal de Tehuacán fue el pasado 12 de octubre de 2022, de la que identificaron situaciones cuya intervención está facultada de acuerdo a la Ley General de Salud y otras normativas aplicables.
Y aun cuando detectaron que en la parte de atrás del inmueble, en la zona de corrales había una acumulación de basura y estiércol, al no estar cerca los frigoríficos que contienen la carne, la dirección determinó que no existía una contaminación directa por lo que no suspendieron la operación del lugar de sacrificio. Camarillo López argumentó que en su momento el municipio les argumentó que eso se debió a una "situación especial", ya que el encargado de retirar los desechos no había llegado a un acuerdo o convenio con las autoridades para efectuar las labores de retiro de residuos. Tras resolver el conflicto fue limpiada la zona y el personal de la dirección verificó que la carne no estuviera contaminada.
Y ya que el procedimiento de vigilancia epidemiológica contra el rastro municipal está por pasar al área de resoluciones de la dirección, esperan que entre 20 y 25 días sea emitido el resultado final; y como parte del mismo además del monitoreo del manejo actual que le dan al sitio, está programada una segunda visita para la próxima semana. Pero generalmente, para los Ayuntamientos esto implica solo una "amonestación", para el correcto manejo y vigilancia de sus rastros.
El funcionario abundó que dentro de las facultades de la DPRIS está la vigilancia sobre el cumplimiento de las normativas sanitarias o salubres de la carne introducida en los rastros, que esta sea conservada de manera correcta hasta que llega a los distribuidores finales; la capacitación a los expendedores de carne y al propio personal de los rastros.