Durante la Semana Santa de 2025, miles de mexicanos aprovecharon las zonas arqueológicas y museos administrados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para acercarse a su patrimonio cultural y disfrutar de actividades recreativas
El día de hoy, el INAH, dio a conocer que entre el 17 y el 20 de abril, Chichén Itzá, en Yucatán, fue la zona arqueológica con mayor afluencia, recibiendo a 39,278 visitantes y guías turísticos. Le siguieron Teotihuacan, en el Estado de México, con 33,986 personas, y Tulum, en Quintana Roo, con 8,062 asistentes.
En el ámbito museístico, el Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México destacó con 210,940 visitantes durante esos días, donde el público pudo recorrer las salas arqueológicas y etnográficas, además de disfrutar las exposiciones temporales "Amazônia" y "Cerámica. Voces del barro antiguo".
El Museo Nacional de Historia, ubicado en el Castillo de Chapultepec, recibió a 119,598 personas, mientras que el Museo Nacional de las Culturas del Mundo registró 11,321 visitantes
Otras zonas arqueológicas también tuvieron una importante concurrencia durante el periodo vacacional. Destacan Ichkabal en Quintana Roo; Tula en Hidalgo; La Venta y Comalcalco en Tabasco; Cerro del Teúl en Zacatecas; El Tajín en Veracruz; Monte Albán, Mitla y Zaachila en Oaxaca; así como Cacaxtla y Zultépec-Tecoaque en Tlaxcala.
En cuanto a museos, espacios como el Museo Casa de Carranza en Ciudad de México, el Museo Histórico del Oriente de Morelos en Cuautla, el Museo de las Culturas de Santo Domingo en Oaxaca, y el Museo de la Estampa en el Ex Convento de Santa María Magdalena en Cuitzeo, Michoacán, recibieron numerosas visitas de familias y turistas interesados en reconectar con la historia y cultura mexicanas
El INAH, dependiente de la Secretaría de Cultura, mantiene sus recintos abiertos en horario habitual durante Semana Santa, permitiendo que tanto nacionales como extranjeros disfruten de la riqueza cultural del país
La oferta cultural y arqueológica se complementa con iniciativas de conservación y restauración, como el vivero especializado inaugurado en la Zona Arqueológica de Cuicuilco, que protege especies nativas del ecosistema xerófilo del Pedregal del Xitle.