La pandemia por el coronavirus en el Estado de México, provocó que miles de mexiquenses se quedarán sin empleo o algún ingreso, sin embargo el mexicano se caracteriza por su creatividad y disposición de ahí que decidieron cambiar su giro, y los cubrebocas se convirtieron en su fuente de subsistencia.
Tal es el caso de la señora Alicia Alonso, artesana Otomí de la localidad de Acambay , quien comenzó a confeccionar junto con siete mujeres más, cubrebocas de tres capas, que se dividen en un bordado, un filtro de peyon y manta.
La finalidad de este pueblo otomí, es dar a conocer su trabajo a través de bordados coloridos así como contribuir con el medio ambiente.
De esta manera, es cómo los artesanos también contribuyen con la creación de empleos durante la contingencia.
De Acambay, nos trasladamos a Toluca donde la lentejuela, las telas importadas, viniles y pedrería resaltan en los cubrebocas que se elaboran en el taller de Iron Kid, un joven luchador quien por el momento cambio los cuadriláteros por las máquinas de coser.
La idea surgió a partir de que comenzó a diseñar sus propios cubrebocas, de ahí que más luchadores comenzaron a contactarlo así como personas originarias de las Vegas, Houston, España, Brasil, Tijuana , Querétaro Irapuato, Ciudad de México, Veracruz, León Durango y Ciudad Juárez.