Desde el pasado 23 de marzo el acceso a la Virgen de Guadalupe que mide 33 metros de altura y que está ubicada en el municipio de Ocuilan, se encuentra cerrado, ante la contingencia por COVID-19.
Durante este año, los fieles creyentes no pudieron acceder. Entre ellos la familia de la Cruz Alegría, quien desde hace 20 años vive en Estados Unidos; sin embargo y ante la muerte de su padre decidieron regresar a su natal Tenancingo.
Al llegar al tradicional Ahuehuete, se percataron que el acceso está cerrado desde hace más de 8 meses, lo que les generó tristeza, pues a inicio del 2021 regresarán el vecino país del Norte.
En tanto, comerciantes piden a las autoridades abrir los santuarios, pues al menos el 70 por ciento de la población vive del turismo religioso.