La exposición a las aguas contaminadas del Río Lerma no solo podrían afectar los cultivos de las comunidades cercanas sino además podría tener graves consecuencias en la fertilidad de la tierra y en la salud de las personas si no se atiende a tiempo.
Así lo advirtió Ricardo Manzano, profesor, investigador de la Facultad de Geografía de la UAEM, al considerar que a pesar que este río comenzó a contaminarse aproximadamente con la industrialización de la ciudad en los años setentas, es posible sanearlo reduciendo los contaminantes en domicilios, industrias y com la actuación de las autoridades.