El Estado de México, a pesar de contar con una de las matrículas escolares más grandes del país, con cerca de 4.8 millones de estudiantes, se posiciona como una de las entidades con mayor rezago educativo.
De acuerdo con datos del INEGI, el promedio de escolaridad en la entidad es de apenas 9.6 años, mientras que el rezago educativo entre la población mayor de 15 años que no concluyó la educación básica obligatoria supera el 29%, lo que equivale a más de 3.2 millones de mexiquenses.
Esta cifra coloca al Estado de México como la entidad con mayor número de habitantes en esta situación, seguida de Veracruz y Chiapas.
Los resultados de la última aplicación de la Prueba PISA, realizada en 2022, muestran un aumento en el porcentaje de estudiantes mexicanos de 15 años que carecen de las competencias básicas en matemáticas, lectura y ciencias.
Esto significa que dos tercios de los estudiantes no pueden realizar operaciones matemáticas básicas, la mitad no comprende lo que lee y otra mitad se encuentra en el nivel más bajo de competencia en ciencias.
Según el análisis de Mexicanos Primero, es fundamental incrementar la inversión en educación, especialmente en los niveles básicos como el preescolar, etapa clave para el desarrollo de aprendizajes a lo largo de la vida y para cimentar trayectorias educativas completas.
La aplicación de la prueba PISA se vuelve entonces una herramienta indispensable para evaluar la calidad de la educación e identificar las áreas que requieren mayor atención. Los resultados de esta prueba pueden servir como un punto de partida para diseñar políticas públicas más efectivas y focalizadas en atender las necesidades específicas de los estudiantes mexiquenses.