Los muros de Palacio de Gobierno resguardan la historia, cultura, tradiciones y personajes que han forjado al Estado de México, a través de cinco murales que se pueden apreciar en los pasillos y en el Salón del Pueblo de este recinto.
Quienes visitan Palacio de Gobierno tienen la oportunidad de acercarse y conocer la obra de cuatro maestros de la plástica mexicana, Luis Nishizawa Flores, Leopoldo Flores Valdez, Ismael Ramos Huitrón y Ulises Licea.
"Estamos ante la obra de cuatro pintores extraordinarios de esta tierra mexiquense y venir a admirar esto es un buen inicio para introducir a los niños al arte y a nuestra esencia, a nuestra identidad, que no perdamos la identidad, y estos murales son algo que la conserva, la proyecta y la plasma de manera maravillosa", señaló Gustavo Ramírez Faraón, coordinador editorial del libro "Los Murales del Palacio de Gobierno del Estado de México".
Explicó que este proyecto surgió para conmemorar el Bicentenario del inicio del movimiento de Independencia nacional y el Centenario de la Revolución Mexicana, e invitó a los mexiquenses a conocer estas obras, e incluso da algunos detalles para que los visitantes se adentren en cada uno de estos murales.
En la obra del maestro Ulises Licea, "Los forjadores del Estado de México", ubicado en la planta baja de Palacio de Gobierno, hay que enfocarse en la mujer que representa a la madre tierra y que se encuentra pariendo, porque de ahí nacen las raíces de un árbol genealógico que representa el surgimiento de las culturas mexiquenses.
En cada rama del árbol se puede ver a los personajes ilustres que construyeron el Estado de México y al país, y al llegar a la cima del mural, se podrán observar las copas del árbol.
En esta obra, cuenta Gustavo Ramírez, se tendrá que ser muy observador, ya que entre los artículos que rodean a los personajes históricos, se encuentra un extraterrestre y un ovni.
También en el primer piso de Palacio de Gobierno está la obra de Ismael Ramos Huitrón, "Tierra de Dioses, Patrimonio Cultural y Natural del Estado de México", el cual habla de las riquezas culturales y naturales de la entidad.
El rostro central de este mural representa a la naturaleza, y se pueden ver algunos elementos emblemáticos de la entidad, como el Cosmovitral y la Catedral de la ciudad de Toluca, las Torres de Satélite, además de un flautista con una flauta invisible que representa la magia y el poder de la imaginación.
Asimismo, se puede apreciar la mezcla de lo tradicional y artesanal de los mazahuas, el festejo de Día de los Fieles Difuntos, las piñatas de Acolman, lugar donde también se originaron las posadas, y los toritos de Tultepec, que representan el liderazgo de la entidad en la rama de la pirotecnia, entre otras características que distinguen al territorio mexiquense.
"Esto es una concentración de lo que hay en la tierra de dioses, y ésta es una tierra de dioses, por qué es una tierra de dioses, por toda la parte también cultural y la parte religiosa que teníamos y que tenemos.
"Es un estado que no se detiene aquí, sino que se enfrenta a un futuro basado en su riqueza, en sus orígenes, en sus tradiciones que nos hacen único", afirmó.
Para conocer el mural, "La Independencia de México", de Leopoldo Flores Valdez, hay que subir al segundo piso, y Gustavo Ramírez detalla que este mural es todo de color gris, rojo y azul, excepto la parte donde se puede ver a "La Patria", una figura humana montada en un caballo blanco, que representa a la nación liberada.
Aquí también se plasma la lucha del pueblo por su libertad, el abrazo de Acatempan entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, además de un autorretrato del maestro mexiquense Leopoldo Flores.
En el Salón del Pueblo, se encuentra el mural de Luis Nishizawa Flores, "La Revolución mexicana", el cual es la última obra de este artista mexiquense, quien dirigió a través de su voz cómo debía ser pintado.
Es un mural que representa el movimiento revolucionario, donde quedaron plasmados los principales personajes de esta parte de la historia de México, sin embargo, dentro de la obra, Nishizawa incluyó a Ángel María Garibay, quien no es un revolucionario que se levanta en armas, pero que se dedicó a estudiar las culturas originarias y rescató el idioma náhuatl durante el tiempo de la Revolución.
Finalmente, Ismael Ramos también realizó "La Construcción de un Estado", donde se refleja la edificación del Estado de México en los tiempos posrevolucionarios, incluyendo a quienes fueron los gobernadores de la entidad en aquella época.
"Los cinco murales tienen cosas muy, muy interesantes y la verdad es una riqueza cultural muy importante, no sólo para el estado, sino para todo el país", indicó.