Impacto emocional y familiar tras un divorcio
La separación de pareja o el divorcio puede generar un impacto significativo en la dinámica familiar, afectando emocional, económica y socialmente a todos sus miembros.
Según datos del INEGI en la Estadística de Divorcio 2023, en México se registraron más de 500 mil matrimonios y 163 mil 500 divorcios. En el Estado de México la tasa de divorcios por cada 100 mil habitantes fue de 14.2.
Tras una separación, tanto adultos como hijos enfrentan problemas emocionales como tristeza, ansiedad, enojo y miedo al futuro, lo que puede dañar su autoestima y relaciones familiares.
A menudo, los padres se resisten a acudir a terapia debido a estigmas sociales o la creencia de que pueden manejar la situación por sí mismos. Esta resistencia afecta no solo su bienestar emocional, sino también el de sus hijos, dificultando la adaptación y la resolución de conflictos familiares.
En el caso de los menores, los padres suelen buscar apoyo profesional para su bienestar emocional, al percibirlos como más vulnerables ante los cambios. Sin embargo, es igualmente importante que los padres cuiden su propia salud emocional, ya que su estabilidad influye directamente en la de los hijos.
A pesar de esto, según el Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales de la UAEMEX, solo el 3 por ciento de los padres que atraviesan un divorcio acuden a terapia.
Promover la atención integral para toda la familia tras un divorcio es clave para superar el proceso de manera saludable. Incluir terapia emocional para padres e hijos permite abordar sus necesidades psicológicas, ayudando a los padres a manejar el estrés y a crear un ambiente de apoyo.
Recibir ayuda desde el inicio previene problemas emocionales a largo plazo y mejora la comunicación familiar, reduciendo conflictos y facilitando la adaptación al cambio.
