Debido a los usos y costumbres, así cómo la necesidad de protección divina, especialistas ven imposible que la pandemia frene el fervor católico y con ello que las familias cancelen la celebración de las fiestas decembrinas.
De acuerdo con Leonardo Rosales, Antropólogo de la Universidad Autónoma del Estado de México, la necesidad de la población de sentirse protegido por un ente superior, responde a la obligación de dar algo a cambio por esta protección, siendo las celebraciones el acto que cumple con este acuerdo.