La inflación en México continúa su tendencia al alza sin dar tregua a los consumidores. En la primera quincena de junio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor volvió a subir, ubicándose en 4.78% anual, por encima del 4.59% de la quincena anterior.
La inflación se define como el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios en un país durante un período determinado. En otras palabras, significa que con la misma cantidad de dinero, hoy puedes comprar menos cosas que ayer.
Este aumento se refleja en el día a día de las familias mexicanas, quienes ven cómo su poder adquisitivo se ve mermado cada vez más.
Al reducirse el poder adquisitivo, las familias tienen que destinar una mayor proporción de sus ingresos a cubrir necesidades básicas como la alimentación y la vivienda, lo que deja menos recursos para otros gastos como educación, salud o entretenimiento.
Ante la escalada de precios, las amas de casa mexicanas han implementado diversas estrategias para ajustar sus presupuestos y proteger el poder adquisitivo de sus familias. Entre estas medidas se encuentran:
Las familias mexicanas han demostrado su capacidad de adaptación y resiliencia ante la adversidad. Sin embargo, es necesario que el gobierno implemente políticas públicas efectivas para combatir la inflación