La vida universitaria es una experiencia emocionante y enriquecedora, especialmente para aquellos jóvenes que deciden estudiar lejos de casa. Sin embargo, uno de los desafíos más comunes que enfrentan los estudiantes foráneos es encontrar un lugar adecuado para vivir.
Según datos de la Universidad Autónoma del Estado de México, la matrícula estudiantil universitaria ha aumentado aproximadamente en un 48% en los últimos tres años, generando una demanda cada vez mayor de viviendas cerca de las instituciones educativas.
La juventud a menudo se caracteriza por un ritmo de vida activo y social, lo que puede dar lugar a fiestas ruidosas y reuniones nocturnas. Estos eventos pueden generar conflictos y dar lugar a quejas por ruido.
Sumado a esto, la naturaleza temporal de la vida universitaria puede dar lugar a una alta rotación de inquilinos, lo que puede ser molesto para los caseros y vecinos que prefieren una mayor estabilidad en la comunidad.