Don Lorenzo ha trabajado por más de 50 años en la agricultura. Empezó a sembrar papas y avena en el ejido de Loma Alta, municipio de Zinacantepec.
Cuando era sólo un niño aprendió a cultivar a lado de su padre, trabajó en grandes parcelas cultivando este tubérculo y hoy la tierra para él tiene un gran significado, es su vida.
Este año todo es diferente. Menciona que todo se encuentra muy caro, las ventas no son las mismas que en años anteriores. Los fertilizantes, plaguicidas y el abono, por ejemplo, están por las nubes y han encarecido por los altos precios en el mercado.
Don Lorenzo no sabe cuántos años le quedan de trabajo en su parcela, pero sabe que hasta que no pueda seguir haciéndolo, seguirá trabajando duro para mantener a su familia,
Espera que la cosecha de papa se de este año y de ahí puedan salir unos centavitos para poder continuar.