En México, la previsión funeraria históricamente ha tenido una cobertura, representando menos del 4 por ciento de la población, esto según cifras de la funeraria Gayosso. Esto es notablemente inferior en comparación con países europeos, donde la previsión funeraria es una práctica común y ampliamente aceptada.
La falta de cultura de previsión funeraria en México puede deberse a una combinación de factores, que van desde la reticencia cultural a enfrentar la muerte hasta la percepción de que es un gasto innecesario. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la percepción de la previsión funeraria en México.
A raíz de la crisis sanitaria, las personas se han vuelto más conscientes de la importancia de estar preparadas para cualquier incidencia o imprevisto que pueda afectar sus vidas y las de sus seres queridos.
Esta nueva conciencia ha llevado a un aumento en la demanda de planes de previsión funeraria, ya que las personas buscan asegurarse de que sus seres queridos no enfrenten una carga financiera adicional en caso de fallecimiento.