Este es un problema que se vive todos los días en calles y avenidas de la capital mexiquense, sobre todo en colonias como Tlacopa.
El claxon advierte el paso del tren, sonido que retumba a varios kilómetros de distancia de las vías.
En ese momento, calles y avenidas se paralizan hasta que pase el último vagón; sin embargo, ya es costumbre que los vagones terminen varados en medio de las vialidades provocando la desesperación de propios y extraños.
El tren se detiene a cualquier hora del día, lo que provoca que muchos lleguen tarde a la escuela o al trabajo.
Quienes tienen que cruzar a pie, deben brincar en medio de los vagones ante la presencia de migrantes centroamericanos.
Vecinos señalan que han pedido apoyo para que se haga algo al respecto, por lo menos que el tren maneje horarios específicos y que los vecinos estén al tanto y así tomar caminos alternos.