Pablo estuvo a punto de perder su matrimonio, y es que todos los días ejercía violencia psicológica y física en contra de su esposa ya que señala, a él lo enseñaron a mandar.
Sin embargo llegó un momento en el que "hartos" de la rutina su familia lo enfrentó, fue en ese momento que decidió buscar ayuda a través de los Centros de Desarrollo de Masculinidades Positivas, fue ahí donde durante cuatro meses ha recibido ayuda psicológica.