Las lagrimas de emoción se percibieron entre los participantes del paseo en honor a San Isidro Labrador, la algarabía se mostro en los bailes de las tlacualeras acompañados de la tambora, el trombón y los platillos de las bandas de música.
Las campanas del ex convento de San Juan Bautista en Metepec tocaban de manera constante y las salvas de cohetes se detonaban en señal de fiesta al Santo Patrono de la Agricultura tras dos años de haber suspendido la celebración por el covid 19.
En las calles principales del pueblo mágico desfilaron las yuntas que labran la tierra, los tractores decorados con los retablos hecho a base de semillas, los mayordomos a caballo para agradecer las bondades del campo cómo el maíz, frijol, haba, entre otros productos.
Las cuadrillas portaron el estandarte del santo, mientras simulaban sembrar al sonido del violín, además de cada participante regalaba tamales, gordita de maíz, dulces, paletas y chicharrones a los asistentes, que para resguardar el orden se prohibió la venta de bebidas alcohólicas