Un sismo de 8.1 en escala de Richter, con epicentro a cuatro kilómetros al sur de la localidad el Papayo en el Estado de Guerrero, activó las alarmas sísmicas en el Estado de México, lo que provocó que empleados de diferentes dependencias y empresas salieran de su centro de trabajo.
Todo esto se trató de un Simulacro Nacional, que tuvo cómo finalidad fortalecer la cultura de la prevención y que los mexiquenses puedan reaccionar de manera oportuna ante un siniestro de este tipo.