El gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza anunció esta mañana cambios en su gabinete, destaca la salida del Secretario General de Gobierno, Alejandro Ozuna, la Secretaría de Seguridad Estatal, Maribel Cervantes Guerrero, el Secretario de Educación Alejandro Fernández Campillo, y el Secretario de Movilidad, Raymundo Martínez Carbajal.
En Palacio de gobierno, el ejecutivo estatal tomó protesta a Ernesto Nemer Álvarez, como nuevo Secretario General de Gobierno, a Rodrigo Martínez Celis, como Secretario de Seguridad; Rafael Díaz Leal, queda al frente de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obra; Gerardo Monroy Serrano, como Secretario de Educación; Mercedes Colín, al frente de la Secretaría del Campo, Marcela González Salas, como Secretaria de Cultura y Turismo; a Luis Limón Chávez, como Secretario de Movilidad, y a María Isabel Sánchez Holguín cómo titular de la Secretaría de la Mujer.
Sin embargo los cambios al frente de dichas dependencias no es lo que destaca, si no los pendientes que dejan los secretarios salientes, tal es el caso de:
Maribel Cervantes Guerrero, quien durante tres años estuvo al frente de la seguridad del Estado de México, entidad que continúa en los primeros lugares en delitos como robo de vehículo, secuestro, robo, feminicidios y extorsión, además de los problemas que se registran al interior de los penales mexiquenses.
Raymundo Martínez Carbajal, su llegada a la Secretaría de Movilidad no registró mayores avances, el transporte irregular prolifera en la entidad mexiquense, el programa de instalación de cámaras de videovigilancia y botones de pánico están inconcluso, no pudo contener los aumentos al pasaje, además de que en los últimos días anunció ciertos "privilegios" para las líneas transportistas lo que para muchos fue catalogado como un nuevo apapacho al pulpo camionero.
Alejandro Fernández Campillo, quien en plena pandemia por coronavirus, deja tirado el ciclo escolar 2020-2021 el cual se lleva a la distancia, no existe un plan de evaluación, la conectividad a Internet es escasa, la entrega de libros de texto no llega al 100 por ciento, además de que no todos los alumnos podrán regresar a sus aulas con el semáforo epidémico lógico verse, ya que no todas las escuelas afectadas por el sismo del 2017 han quedado reconstruidas.