Buscaban independizarse, salir de casa de sus padres para encontrar su propio camino y enfrentar al mundo por su cuenta.
Sin embargo, no contaban con los efectos devastadores de la pandemia, que los obligó a dar marcha atrás a ese sueño.
Cientos de jóvenes adultos mexiquenses no pudieron enfrentar los gastos de una vida independiente por lo que volvieron a casa de sus padres, esto debido a los altos costos de vida en nuestra entidad.
Con el incremento en los costos de combustibles, energía eléctrica, productos de la canasta básica, así cómo rentas, vivir de forma independiente es cada vez más complicado.
Esto sumado al desempleo, precariedad laboral y recorte de personal o disminución de sueldos, por la emergencia sanitaria.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Estado de México se ubica cómo la entidad número 15 del país, con un índice de desarrollo humano alto.
Sin embargo la capital mexiquense se ubica en el lugar 18 con un costo de vida relativamente elevado, en comparación a otras urbes que se encuentran en entidades con mayor índice de desarrollo.
Expertos señalan que, el costo de vida en las grandes ciudades incrementa por diversos factores cómo la inflación, la disponibilidad de unidades habitacionales o el incremento en los combustibles.
Pero con la emergencia sanitaria, la incertidumbre económica ha obligado a quienes desean independizarse a pensarlo dos veces.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía, para el cuarto trimestre de 2020 en la entidad mexiquense se contabilizaron 14 millones 189 mil 583 personas en edad de trabajar, de las cuales siete millones 817 mil 888 eran población económicamente activa.
Esto significó en muchos casos, que quienes ya se encontraban fuera de casa de sus padres, tuvieron que contemplar la posibilidad de volver, ante la incapacidad de cumplir con los gastos que implica una vida independiente.