Cada año, Rigoberto Hernández da vida a uno de los elementos de la Navidad, las esferas.
Desde muy temprano llega al taller donde trabaja ubicado en la colonia Cinco de Mayo, en Santa María Zolotepec, municipio de Xonacatlán, una vez que prende el soplete y alcanza una temperatura de 200 grados, comienza a convertir el vidrio en un sin fin de figuras de diversos colores.
Elaborar una esfera le lleva medio minuto, por día logra hacer de 800 a mil esferas de diferentes tamaños y colores.