Los migrantes venezolanos que se encuentran varados en la frontera sur de México han aumentado sus protestas debido a la falta de vuelos humanitarios de repatriación.
Estas manifestaciones se concentran principalmente fuera de la estación Siglo 21 del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula, Chiapas, donde cientos de venezolanos reclaman una solución urgente a su situación. Los manifestantes exigen que el gobierno mexicano y el de Venezuela coordinen más vuelos para su regreso a casa.
Venezolanos que han recorrido miles de kilómetros huyendo de la crisis en su país ahora se encuentran atrapados en la ciudad fronteriza, sin poder avanzar hacia el norte ni regresar a su patria.
Según estimaciones oficiales, los migrantes venezolanos representan una cuarta parte de la migración irregular en México, un número que ha ido en aumento en los últimos meses. Los migrantes, desesperados, corean consignas como "¡Queremos volver!" mientras esperan una respuesta de los gobiernos involucrados.
Thais Aguilar, una de las manifestantes, declaró que a partir de esta semana, los migrantes se concentrarán "día y noche" fuera de la estación Siglo 21 hasta recibir una respuesta concreta sobre los vuelos humanitarios.
Aguilar pidió a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que coordine más vuelos y que hable con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para facilitar el regreso de los migrantes. "Le pido a la presidenta que nos ayude", agregó.
La presidenta Sheinbaum, por su parte, aseguró que los vuelos de repatriación ya se han reanudado después de una breve interrupción debido a la falta de disposición del gobierno venezolano. En su conferencia, Sheinbaum explicó que las autoridades venezolanas han comenzado a recibir los vuelos, aunque admitió que la disponibilidad sigue siendo limitada. "Ya está abierta esta posibilidad, ha habido varios vuelos", afirmó.
Los migrantes venezolanos llegaron a México tras huir de la crisis en su país, pero su situación se complicó aún más cuando las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dificultaron su acceso a ese país. Las deportaciones masivas y el fin de la aplicación de la herramienta CBP One de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. les impidieron solicitar asilo, dejándolos varados en el sur de México.
Dailani Aguilar, otra migrante venezolana en Tapachula, compartió su angustia al llevar tres meses esperando un vuelo de repatriación. "Nos sentimos atrapados en México", expresó. Aguilar relató las difíciles experiencias que vivió durante su travesía, incluyendo el paso por la peligrosa Selva del Darién, y pidió que ambos gobiernos coordinen esfuerzos para organizar los vuelos de repatriación.
Además de las dificultades para obtener vuelos, los migrantes también han señalado la falta de coordinación entre las autoridades mexicanas y venezolanas en relación con los listados de personas que deben ser repatriadas. Greta Guevara, otra migrante, explicó que las autoridades mexicanas inicialmente dijeron que serían ellas las encargadas de gestionar los listados, pero después se indicó que era el gobierno de Venezuela el responsable. Esto ha generado confusión y frustración entre los migrantes.
El gobierno mexicano, por su parte, ha recibido a miles de deportados de Estados Unidos en las primeras semanas de la nueva presidencia de Donald Trump. En los primeros dos meses de 2025, México recibió a 24 mil 413 deportados, de los cuales 4,567 eran extranjeros, muchos de ellos venezolanos.
Sheinbaum ha prometido brindar apoyo para gestionar su regularización en México o para facilitar su regreso a Venezuela, pero hasta ahora la situación sigue siendo incierta para muchos.