Las remesas a México alcanzaron un récord histórico en 2024, con un total de 64,745 millones de dólares, lo que representó un aumento del 2.3 % en comparación con 2023, según datos del Banco de México (Banxico).
A pesar de la caída de casi el 5 % en diciembre de ese año, las remesas continúan siendo un motor clave para la economía del país, especialmente en tiempos de incertidumbre debido a las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Este crecimiento en las remesas, aunque por debajo de las expectativas del mercado y del gobierno mexicano, que habían anticipado 65,000 millones de dólares, superó el récord anterior de 63,319 millones de dólares logrado en 2023.
México sigue siendo el segundo mayor receptor de remesas del mundo, solo por detrás de India, de acuerdo con el Banco Mundial. En 2024, el número total de operaciones de envío de dinero aumentó un 2.3 %, sumando 164.74 millones, y el 99 % de estos envíos se realizaron de forma electrónica.
A pesar de este crecimiento, la remesa promedio por envío disminuyó ligeramente en un 0.1 %, situándose en 393 dólares. Además, México registró una caída significativa en diciembre de 2024, cuando las remesas bajaron un 4.9 % en comparación con el mismo mes del año anterior, con un total de 5,228 millones de dólares, la cifra más baja de los últimos nueve meses.
El descenso en diciembre se da en un contexto de preocupación por las políticas migratorias de Trump, como las deportaciones masivas y la posible implementación de un impuesto del 10 % a las remesas enviadas desde Estados Unidos. Esta medida podría significar pérdidas de hasta 13,000 millones de dólares anuales, según investigadores de la Universidad de Guadalajara.
Las deportaciones masivas son una preocupación debido a que los mexicanos representan casi la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, y sus remesas representan casi el 4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de México.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió en enero que las remesas enviadas por los mexicanos en Estados Unidos son solo una fracción de sus ingresos, ya que el 80 % de lo que ganan se queda en ese país, donde también pagan impuestos. Esta perspectiva resalta la importancia de las remesas no solo para la economía mexicana, sino también para las familias de los migrantes, quienes dependen de estos recursos para mejorar su calidad de vida en México.
Este flujo constante de remesas ha jugado un papel crucial en la economía mexicana, que experimentó un crecimiento del 1.5 % en su PIB en 2024, a pesar de que el último trimestre del año registró una caída del 0.6 %, su primer descenso en tres años. Las remesas comenzaron a incrementarse con fuerza desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020, convirtiéndose en una de las principales fuentes de ingresos externos del país.
Por otro lado, Banxico también informó que los residentes en México enviaron remesas al exterior por un total de 1,308 millones de dólares en 2024, lo que representó un aumento del 21.6 % respecto al año anterior. Este crecimiento también refleja el dinamismo de los flujos de dinero hacia otros países, aunque a una escala mucho menor que las remesas enviadas a México.
Con información de EFE.