Pese a la crisis económica, para las familias veracruzanas sobre todo de la zona norte, la elaboración del altar de Todos Santos es una tradición que no pueden dejar pasar, ya que este significa el recuerdo de sus familiares fallecidos.
"Para los que ya no están porque mi hijito se me fue hace 17 años y mi esposo hace tres años que se me fue. Lo poquito que se le puede poner en la ofrenda, pues se le pone por que es la tradición" Gregoria Solis Cruz, Ama de casa.
Las familias se preparan incluso días antes del 31 de octubre, con la elaboración del altar, en el que colocan las fotografías y ofrendas con las que esperan el arribo de las almas de sus seres queridos.
"Si cada año lo hago, cada año lo pongo. Unos tamalitos, un pan, café, chocolatito, lo que tenga uno a la mano" Gregoria Solis Cruz, Ama de casa.
Aunque no siempre se tienen los recursos para formar un arco vistoso y lleno de flores, la flor de cempasúchil no puede faltar, ya que esta marca el camino de retorno a casa para los difuntos.
"La flor de cempasúchil siempre hay que ponerla, ya ahorita compre mis flores ya tengo mi floreros puestos en la mesa. Ya la ofrenda al rato que lleguen los angelitos y ya para mañana los grandes" Gregoria Solis Cruz, Ama de casa.
La tradición dicta que la ofrenda es el ritual que convoca a la memoria de los visitantes, entre las cuales destaca las flores, veladoras, copal, agua y aquellos alimentos predilectos durante su tiempo en esta tierra.