Tras la primera semana de lluvias los boleros del municipio presentan escasez de trabajo, reportando de tres a seis clientes por día. Comentan que con el inicio de la lluvia la gente ya no acude a ellos, pues como en todas las calles se encuentra lodo y fango consideran un gasto innecesario lustrar sus zapatos.
Agregaron que aunque es muy poco el ingreso que obtienen, esto solo es una mala temporada, pues en cuanto las lluvias pasan la población en especial trabajadores y estudiantes, asisten a bolear su calzado con ellos, ya de forma frecuente.
De acuerdo a los boleros, la lluvia afecta momentáneamente pero es muy necesaria, reflejan positividad e invitan a toda la comunidad asistir con ellos, a un costado de la Presidencia Municipal.