Debido al encarecimiento de productos alimentarios y las tarifas de los servicios como el gas y la energía eléctrica, los restauranteros han tenido que disminuir en un 60 por ciento el abasto en sus establecimientos, incluyendo la compra de pescados y mariscos.
Y no solamente incrementó el costo de productos alimentarios, también las tarifas de las aportaciones patronales al Seguro Social de sus trabajadores.
Aunado a esto, las ventas han caído un 60 por ciento, factor que golpea a su economía, pues ante la crisis económica las visitas de comensales asiduos ahora, son más espaciadas, además el inicio de la temporada de tormentas y frentes fríos influye en que haya menos visitantes.
..."nosotros tratamos de no elevar nuestros precios en la carta pero la verdad que si es poco difícil"... Salomé Noguera Torres, Restaurantera
Aunque administrar un restaurante se ha vuelto difícil, continúan buscando la forma de mantener sus precios además de su plantilla laboral, esto para continuar apoyando a la economía local.