Omar Gómez Trejo, fiscal de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa de la Fiscalía General de la República (FGR), presentó su renuncia ante el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.
La renuncia de Gómez Trejo surte efecto a partir del próximo 30 de septiembre. Ayer lunes 26 se cumplieron 8 años de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Antes de llegar a la fiscalía del caso Ayotzinapa, Gómez Trejo fue secretario ejecutivo del Grupo Interdisciplinario de Especialistas Independiente (GIEI), que desde su primer informe, del 15 de septiembre de 2015, 8 meses después de conocerse la llamada verdad histórica de la desaparecida Procuraduría General de la república (PGR), fue absolutamente crítica y puso marcó el papel del Ejército como uno de sus blancos. Igual que lo hizo Gómez Trejo.
En una conferencia de prensa, a los 7 años de la desaparición de los normalistas, Gómez Trejo se refirió a la verdad histórica así:
Nosotros ahora fiscales la refutamos con hechos corroborados y pruebas contundentes de lo que se hizo a una manipulación de una investigación que es de un origen tuvo que haber dado con el paradero y con el conocimiento de lo que ocurrió con los estudiantes; mi unidad ha iniciado procedimientos penales por las irregularidades y delitos que fueron cometidos durante dicha investigación porque fue una averiguación previa hecha a modo."
El GIEI surgió, de acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, por un acuerdo entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los padres de los estudiantes desaparecidos y el Estado mexicano el 18 de noviembre de 2014, en el gobierno de Enrique Peña Nieto, con la finalidad de proporcionar asistencia técnica para la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos; así como las investigaciones y acciones que se adopten a fin de sancionar a quienes resulten responsables y, de igual forma otorgar asistencia a los familiares de los estudiantes.
Como parte del GIEI, Gómez Trejo fue protagonista de primera fila de un hecho fundamental en lo que se fincó parte de la verdad histórica de la PGR: la incursión de Tomás Zerón de Lucio, entonces director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), al río San Juan, el 28 de octubre de 2014, cuando supuestamente se encontró una bolsa negra con restos humanos, que serían los restos calcinados de los estudiantes.