Este 29 de octubre, fue designado como Día Mundial del Ictus, también conocida como enfermedad vascular cerebral (EVC), la cual es una emergencia médica que debe atenderse durante los primeros minutos para evitar secuelas irreversibles o fallecimiento.
De acuerdo al Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) "Manuel Velasco Suárez", se presenta por oclusión de pequeños vasos en el cerebro, ruptura y acumulación de grasas y colesterol dentro de las arterias, lo que reduce la circulación de sangre al cerebro.
Tan solo en 2021, el ictus en México fue la séptima causa de muerte en población en general al ocasionar 37 mil 453 decesos, la mayoría en hombres mayores de 65 años, conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía y en el Instituto fueron atendidos 580 pacientes con esta enfermedad; 80 por ciento por infarto cerebral y 13 por ciento por hemorragias intercerebrales; el resto, por otras causas.
Las personas identifican esta enfermedad como derrame ?hemorrágica-, o embolia ?isquémica-. En el 80 por ciento de casos es de tipo isquémica, que ocurre cuando una arteria se tapa; el resto es por hemorragia cerebral debido a diabetes, hipertensión, tabaquismo, colesterol y triglicéridos elevados.
Llas personas pueden identificar que se trata de una EVC a través del protocolo Camaleón; es decir, cara colgada (CA); mano pesada o debilidad en un brazo, pierna o en ambos, acompañada de alteraciones en la cara (MA); lengua trabada o dificultad al hablar (LE); y ON se refiere a ponerse en acción.
Una de cada cinco personas que sufre infarto cerebral fallece y tres de cada cinco quedan con secuelas. Entre más rápido reciba atención médica hay menos daño, cada 15 minutos ahorrados representan cuatro por ciento de aumento en las probabilidades de sobrevivir a la afeccio?n; es decir, las primeras horas son determinantes para una mejor recuperación o incluso salvar la vida.
Es prevenible en nueve de cada 10 personas que están en riesgo de sufrir este evento y la hipertensión arterial sistémica es el principal factor, ya que de 30.9 a 49.9 por ciento de personas hipertensas desarrollan ictus.