Desde muy temprana hora en las iglesias de Tuxpan se observó la asistencia de los feligreses para recibir la ceniza, la cual se impuso por segundo año en dos modalidades, en la frente y sobre la cabeza de la persona.
Los asistentes acudieron con las medidas sanitarias solicitadas como el uso del cubrebocas en todo momento y la aplicación del gel antibacterial; también se realizó la entrega de una porción de ceniza a familiares de personas enfermas o imposibilitadas para trasladarse a fin de que está fuera impuesta en casa.
Los párrocos también acudieron a empresas y zonas restauranteras de la ciudad en donde fueron previamente convocados para imponer la ceniza a los presentes, como ya es tradición.