Desde el año 2019 fue prohibida la importación del glifosato para fumigar malezas y evitar que se propaguen en zonas agrícolas, argumentando autoridades que, con esto, se perdería el 50% de la producción de alimentos en México, sin embargo, especialistas en el tema refieren que eso es una falsedad.
"La experiencia de 215 mil productores en el país que no usan agroquímicos nos dice que si se pueden manejar las malezas a través de un grupo variado de técnicas agroecológicas? Somos el tercer país en el mundo que tiene más productores orgánicos y esa experiencia se puede ir trasladando a otras áreas" Laura Gómez Tovar, Investigadora de agroecología, Universidad Chapingo.
Aunque representantes del Consejo Nacional Agropecuario argumentaron no estar comprobado que el herbicida sea nocivo para los consumidores, desde el 2015, la Organización Mundial de la Salud lo catalogó como posible carcinógeno, hipótesis comprobada en más de mil 108 experimentos y artículos científicos.
"Es un producto que una vez que se aplica dura alrededor de tres meses en el efecto de control, es una medida económica, pero a largo plazo, tiene impactos en el ambiente, en la salud del suelo e incluso en los alimentos" Osiel Rodríguez Nieto, Ingeniero Agroecólogo CIIDRI .
Malformaciones congénitas, alteraciones en el sistema nervioso, hormonal y gastrointestinal, así como infertilidad, cáncer y trastornos al sistema nervioso son algunos de los males que desarrolla.
"A la hora que conoces que se utiliza para producirlo, el mercado se va haciendo más consciente y por lo tanto pide que los productos sean sanos y que no les generen problemas de salud, falta mucha conciencia por los consumidores" dijo.
Países desarrollados como Austria, Suecia, Italia, Suiza, Finlandia Francia, Estados Unidos, España, China, Australia y Argentina le han apostado con 70 millones de hectáreas a la agricultura orgánica, teniendo con esto más apertura en el mercado internacional, así como mayor calidad en sus productos.