El pasado 27 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el plan vs huachicoleo, que pretende dar fin a las pérdidas millonarias del robo de combustible, que se estima en 60 mil millones de pesos anuales.
México no es el único país de América que padece esta situación; Colombia ya vivió una crisis similar en el año 2002. Canadá y Estados Unidos también ven esta práctica aunque en menor medida.
¿Qué hicieron ellos para reducir el robo de combustible?
De 2002 a 2004 Colombia implementó un operativo apoyado principalmente de la tecnología.
El país creó el Grupo de Operaciones Especiales de Hidrocarburos (GOESH) que vigilaba ductos, refinerías y gasolineras. Utilizó también fibra óptica para la detección de fugas en ductos derivadas de tomas clandestinas así como marcadores químicos de rastreo para el petróleo transportado.
Tal estrategia logró reducir hasta un 95% el robo, el cual se estimaba en 8 mil barriles diarios.
En Estados Unidos, el robo de combustible se practica en Texas, donde se produce la mayor parte de hidrocarburo del país. A diferencia de México y Colombia, el foco rojo no eran los ductos de distribución sino las plantas de almacenamiento.
El robo generaba una pérdida aproximada de 30 millones de barriles al día, es decir 500 millones de dólares. El FBI decidió crear en 2008 una fuerza de vigilancia y apoyarse de tecnología como sensores y cámaras de televisión para la detección de fugas.
El robo de combustible, es un delito grave que amerita una pena de cárcel.
En Canadá, la extracción de combustible es mínima, sin embargo el país implementó algunas medidas para reducir la práctica como el escaneo del personal que ingresa a las plantas de pétroleo, el control del volumen transportado y la localización de los ductos a 2 mt de profundidad para evitar que sean violentados.
En las tres entidades el factor común que dio éxito a la estrategia del combate fue la implementación de tecnología.