Integrantes del Consejo Cultural-Turístico de la Huasteca se han dado a la tarea de recordar a las personas que a lo largo de la historia han dejado un legado entre la población, dedicando su vida a obras altruistas o generación de empleo, por lo que este fin de semana recordaron la vida de Guillermo Aoyama Mateo.
Nacido en Papantla el 25 de junio de 1919 pero criado en Tuxpan, hijo de padre japonés y madre totonaca se convirtió en comerciante transportista a los 16 años, siendo el encargado de comercializar plátano y naranja por toda la región. Fue empresario, agricultor, ganadero y promotor de la citricultura en la zona norte, llegando a crear más de mil empleos con sus proyectos.
Impulsó la siembra de cultivos regionales como tabaco, plátano, naranja, chile, maíz, frijol, sandía, mango, entre otros. Obtuvo reconocimiento del Gobierno del Estado y Municipal por donar terrenos para incorporarlos a dos vialidades como son la Avenida Manuel Avila Camacho y el Bulevar Jesús Reyes Heroles.
Apoyó en la construcción y el mejoramiento de brechas, como el camino que va de San Lorenzo a la comunidad de San Marcos y de Ojite a la comunidad de Tumbadero. Por sus propios medios apoyó la ampliación de caminos rurales, además que impulsó la comunicación con el chalán en Ojite para cruzar hacia Álamo Temapache.
"Entre las donaciones que realizó destacan las encaminadas a la construcción de escuelas, apoyando en especie con artículos de primera necesidad en el CERESO, albergues y hogares? Repartía fruta en las comunidades rurales, así como cobijas, despensas y apoyaba económicamente a familias de escasos recursos, por nombrar algunas de las actividades que realizaba de manera altruista, teniendo una visión clara sobre el impulso económico en el sector agropecuario y beneficiar a quien más lo necesitaba" indicó el historiador Julio Poisot.