A sus 37 años de edad, Grisel, esposa y madre de una pequeña, ha tenido que matizar su vida entre el valor y la desesperanza, debido a que desde que tenía 1 año 9 meses de edad, se le diagnosticó un tumor en la cabeza que fue operado por primera vez a los 15 años de edad; sin embargo, por falta de recursos para continuar con estas cirugías, siguió creciendo, de tal manera que hoy, este se extendió sobre el 50 por ciento de su rostro.
"He ido a México al hospital de neurología porque mi temor es un Neurofibromatosis tipo 1, el cual pues me dan crisis convulsivas, tengo que estar tomando medicamento para que no me den crisis ahora por lo cual estoy batallando es por una cirugía que me sale en 65 mil pesos lo cual no hemos podido juntar la cantidad...lo que tengo enfrente son raíces del tumor, es genético por parte de mi papá, por mi papá tenía problemas..." compartió Grisel Solis Hernandez.
Ha sido víctima no solo de malas cirugías, también de discriminación "Allá en México fui a una fundación en la cual sólo practicaron conmigo, nunca me hicieron nada, al contrario mi párpado se cerró más....me han negado las puertas de trabajar, no me daban trabajo por lo mismo, y pues es difícil porque yo siento que aunque este como este, se hacer las cosas..."
Ya que el Seguro Popular no cubre su enfermedad, ( y los medicamentos que necesita semanalmente, cuyo costo es de 60 pesos aproximadamente, tiene que comprarlos porque hay desabasto en la farmacia) desde hace siete años ha sido atendida en el Hospital General "Dr. Manuel Gea González" y en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en México, donde pueden extraer el tumor mediante cuatro intervenciones. Tiene una esperanza de recuperarse, pero no el recurso (este 24 de junio, fecha límite para apartar la fecha de su cirugía) y espera que alguna autoridad, organismo o fundación pueda apoyarla ya que no solo se vive con el problema de salud sino también con la discriminación.
*Habitante del Ejido Juana Moza