De acuerdo a los apicultores de la zona norte, la conservación de las abejas, la comercialización de la miel y sus derivados así como el robo en los apiarios, son acciones que resultan cada vez más complejas de atender por sí solos sin el apoyo de las instancias de gobierno, a las cuales ya les han expuesto la situación. Tan solo el saqueo de los apiarios registra pérdidas mayores a los 50 mil pesos.
"En el municipio de Tamiahua ya ha habido varios robos, se ha reportado y pues el MP o la fiscalía, es como cualquier otro robo, no llega una finalización de problema. El problema que no hay una evidencia que pueda comprometerlos a ellos y lo hacen de noche, en horas muy tarde y sin documentación para transportar lo que se roban", Francisco Hernández, Apicultor en Tamiahua
Por su parte autoridades de Tuxpan, se dicen conscientes de la difícil situación que atraviesa este sector; incluso en algunas zonas del país ya fue reconocido como sector en quiebra, lamentando también que partidas presupuestales que anteriormente estaban destinadas a apoyar a los hombres de la miel, fueron eliminadas por la federación, tal es el caso del Ramo 20, situación que afectó fuerte a los apicultores por carecer de este impulso.
"Se gestionó un apoyo por el 50 por ciento del costo de azúcar para alimentar las abejas en la temporada de estiaje, los productores pues si lo ven como un apoyo, pero ellos dicen que no tienen para poner el 50 por ciento, entonces esa parte se quedó en stand by por decir, está el proyecto parado y bueno estamos viendo de qué manera se pudiera apoyar en parte, no es su totalidad, porque tampoco tenemos los recursos suficientes como municipio para hacerlo", Rafael Méndez Priego, director de Desarrollo Agropecuario.
El exterminio de la especie por el uso de plaguicidas en zonas agrícolas o por el simple temor que sienten las personas al verlas en sus hogares, ha disminuido considerablemente la población total de estos insectos, mismos que son los encargados de polinizar más del 80 por ciento de los alimentos que se consumen a nivel global.
"Quiero invitar a todas aquellas personas que donde vean pues un nido de abejas, que no las destruyan, mejor le avisen a un apicultor que nosotros con gusto vamos y recolectamos esas abejas, para darles una casa donde vivir, reitero más que para nosotros un negocio es una pasión, ya que hoy en día el negocio de la miel está por los suelos, pero ahí vamos trabajando" Pompeyo Santiago Carbajal, apicultor en Tihuatlán.
Remarcan que, entre gastos en capacitaciones, compra de material, equipo y cumplimiento de la documentación requerida, la apicultura se ha vuelto cada vez más demandante, pero refieren que seguirán trabajando por lo que les apasiona y más aún por sentirse comprometidos en preservar al ser más frágil e importante ser vivo del planeta.