Desde el pasado 18 de marzo fecha en que fue cerrada la playa al público en general, los más de 70 prestadores de servicios de la zona, entre palaperos y restauranteros, han enfrentado la contingencia sanitaria con gran dificultad, ya que esta restricción impactó severamente la economía, porque en nada les beneficiaba abrir sus locales, si carecían de afluencia.
Hoy, se dicen desesperados y rebasados por las deudas así como por los pagos de servicios que tienen que cubrir, y aunque la mayoría trató de conservar a los empleados con salarios por debajo de lo contratado, a estas alturas de la contingencia es insostenible hacer frente a estos compromisos.
Ante la posibilidad de aperturarse la zona de playa a partir del 15 de junio, solo piden a las autoridades municipales no aplazar más las fechas, comprometiéndose a acatar los lineamientos que sean marcados para poder operar.
"...Tenemos cuatro recibos ya acumulados de luz y eso es demasiado, de donde va uno a sacar para pagar esa luz, volverse a endrogar más de lo que ya está uno endrogado verdad...nos apoyen con todas las medidas que nos den las formas de como trabajar pero ya que nos abran porque ya la gente ya no aguanta, esta desesperada la verdad..." Evelith Escudero Martinez; prestador de servicios turísticos