Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos están compuestos por varios elementos tóxicos como el cadmio, el plomo, el óxido de plomo, plata, cobre, antimonio, níquel y el mercurio, componentes que generan un impacto al medio ambiente.
"...Es un porcentaje muy pequeño de la población el que tiene conciencia del peligro de los aparatos electrónicos, los materiales de la chatarra electrónica, no solo son una fuente de contaminación ambiental sino también un riesgo para la salud en caso de no ser adecuadamente manejados.." Mauricio Hernández Sánchez, Coordinador del Instituto Veracruzano de Ecología Tuxpan
La mala gestión de estos residuos, conlleva la contaminación de ríos, lagos y mares, además de emitir tóxicos a la atmósfera y producir desequilibrios en los ecosistemas.
"...La mayoría no tiene reciclaje o una disposición final adecuada, y esto se debe a lo complicado que es reciclar estos materiales así como el proceso de disposición final que requieren de una gran inversión..." explicó Hernández Sánchez.
Los principales residuos electrónicos son los teléfonos móviles y los ordenadores, por su continuo cambio, y lo ideal es reciclar, para evitar que sean residuos contaminantes, Aunque desde lo local, se promueven campañas ante la falta de centros fijos de acopio para la población en general.
"...Tener un punto de acopio como tal fijo, no, son programas que se tienen que hacer porque hay que recordar que los responsables en este caso de quien genera el residuo es el responsable de disponerlo..." Alejandro Alfonso Martinez Ramirez, Coordinador de Medio Ambiente Municipal
Tan solo en 2017, se estimaba que a nivel mundial se generaban más de 40 millones de toneladas de residuos electrónicos y hacia el 2030 se estaría alcanzando más de mil millones de toneladas, toda vez que países en vías de desarrollo aumentaría exponencialmente su generación de desechos en los próximos años.