En el Golfo de México las vedas de especies marinas dificultan aún más el panorama para los pescadores, ya que aseguran que no cuentan con los recursos necesarios para mantener a sus familias.
"Pues ya tenemos tres vedas, la de camarón, la de robalo y la de tiburón creo y pues nos pusieron las vedas pero no hay apoyos, ahora que vamos a hacer"
"Así como está la situación y al ritmo que vamos pues yo creo que nos vamos a quedar solos, yo creo que nos vamos a quedar solos aquí por que uno tiene que buscar el sustento" Fernando Cruz, Presidente de Vigilancia de la Sociedad Cooperativa del Puerto de Tuxpan.
Clientes que arriban a las cooperativas en busca de producto se llevan la decepción de ver todo cerrado, informando los encargados que no tuvieron necesidad de hacer un inventario ante CONAPESCA, ya que desde hace tiempo sus hieleras están sin reservas.
"Pues pura mojarrita y uno que otro pescadito, no hay nada. Venía a buscar camarón, pero me dijeron que no hay, ya revisé no hay nada" Jacinto Blanco, Consumidor.
Subsisten con productos que pescan de zonas cercanas, ya que por la prohibición, no les conviene invertir en combustible para salir a tirar sus redes.
"Con la pura pesquita del ostioncito y un poquito de mojarrita que está entrando pero muy poco. Muy poquito, cuando mucho entran 15 kilos un 85 por ciento mermó y de plano no nos podemos levantar" Fernando Cruz, Presidente de Vigilancia de la Sociedad Cooperativa del Puerto de Tuxpan.
Don Fernando asegura que desde hace años que no reciben programas o apoyo que los ayuden a pasar estas semanas de inactividad.
"Llegaban los empleos temporales pero pues no se que para con el gobierno, ya va haber cambios ahorita y pues menos, con eso de las elecciones cuando nos va a tocar a nosotros" Fernando Cruz, Presidente de Vigilancia de la Sociedad Cooperativa del Puerto de Tuxpan.
El pasado primero de mayo ingresó la veda de tiburón y raya, el 15 la de robalo y este 29 entrará en vigor la de camarón en aguas de la región, además que recientemente concluyó la de lisa y lebrancha, por lo que pescadores permanecerán de manos atadas con la esperanza de volver al mar.