Habitantes de la colonia Juan Crispín en Tuxtla Gutiérrez, quienes habitan en las calles Baja California, Jalisco e Hidalgo desde hace tres semanas tienen que vivir entre vialidades de lodo y olores fétidos, debido a la fuga de aguas negras ocasionadas por la instalación de una línea de drenaje proveniente -presuntamente- del campo militar Los Sabinos, mismo que llegará a desembocar a la planta de tratamiento de aguas residuales ubicada a un costado del parque Tuxtlán.
Sin embargo, recientemente por las molestias que esta obra les ha traído y ante la falta de atención de las autoridades (quienes no les notificaron acerca de dichos trabajos) han decidido parar los trabajos, exigiendo que la obra se cancele y reparen la calle que hoy en día se encuentra intransitable.
Señalaron que la poca información que han recibido ha sido que la instalación se esta línea de drenaje se tenía contemplada para el boulevard Belisario Domínguez, sin embargo, dueños de negocios se opusieron y decidieron recorrerla dos cuadras abajo.
Este problema ha acarreado otros más, como la inseguridad y afectaciones a la salud pública, pues personas han presentado enfermedades estomacales por los olores desagradables que se desprenden por las aguas de drenaje. Asimismo, al no poder estacionar sus autos fuera de sus viviendas o meterlos a sus galeras, los dejan en calles aledañas, algunos siendo víctimas de robo.