Los plásticos que desecha el ser humano y paran en el mar, han llegado hasta las especies que se consumen como lo son; mejillones, ostras, almejas, camarón pardo, anchoas, sardinas, entre otros.
Según un estudio, los microplásticos ingresan por el tracto digestivo de estas especies al consumirlos de manera accidental, o cuando se alimentan de otros peces que habían ingerido previamente esas partículas.
Joe Miceli, medico veterinario y coordinador estatal para el Mejoramiento del ZooMAT, señaló que el estudio revela que sólo se ha detectado microplástico en los intestinos de algunos organismos en pequeñas cantidades, y como consecuencia esto podría ser nocivo para las personas.