La crisis migratoria en México, obligo a Jordanka Arian y Diana Beatriz, abrir su primer restaurante de comida cubana en Tapachula, para subsistir y obtener una fuente de empleo.
Y es que después de cruzar al menos 10 países por Sudamérica y Centroamérica, las caribeñas se encontraron en la Frontera Sur en la búsqueda de sus documentos y al no poder continuar su travesía decidieron emprender.
En la colonia Floresta, abrieron su primer local, metros más adelante, se hospedan y pasean los isleños, mientras esperan sus trámites de refugio.
Son pocos los cubanos, que han empezado a trabajar en la ciudad, muchos se desempeñan como meseros, albañiles, balconeros y tapiceros.
Ambas cubanas, piensan establecerse en Tapachula y seguir con su negocio que noblemente les ha dado para mantenerse.
Otros caribeños permanecen en hoteles y posadas en espera de sus documentos migratorios con la ayuda económica que les mandan familiares de Estados Unidos o de la isla con la esperanza de trasladarse a la Frontera norte